Chingaderas

A todos nos las hacen y claro que también las hacemos, que nadie salga con la vil mentira de: “noscierto, yo nuncamente jamás”. Nehhhhhh, consciente o inconscientemente cada uno de los seres humanos que vivimos en este planeta aunque sea una hemos hecho. Y es chistoso cómo reaccionamos a éstas. La galería es amplia: enojo, ira, llanto, histeria, risa, indiferencia, olvido, perdón, revancha, venganza. Venganza. Su sólo sonido implica algo feo. La satisfacción que se toma del agravio o daño recibidos es tan vieja como el tiempo y no tiene caso perder el tiempo averiguando rondaba por el mundo antes o después de Caín y Abel.

Conozco gente sumamente vengativa, a tal grado que es mejor seguir siendo su amiga o por lo menos, no ser su enemiga. Maquiavelan, se toman su tiempo para fabricar el escenario donde quien les hizo daño caiga en el peor de los castigos que el vengador ha pensado para él y para su propio placer. Y luego, cuando el objeto de la venganza cae como mosca en el interior de una de esas plantas exóticas en forma de vaso que supuran olores fétidos para atraer víctimas, se regodean, lo gozan en verdad, a pesar de las gastritis, dolor de cabeza, úlcera o equis dolencia resultado de tanta rabia en el interior de un cuerpo humano. Para ellos realmente las dolencias son un costo que están dispuestos a pagar con tal de acabar con el enemigo. Spooky.

Inlcuso recientemente supe del caso de una chica que cortó con su novio, con tal mal tino que el bato se quedó con la laptop de ella y ora no se la quiere devolver, según él, pa que la mujer "aprenda" por haberlo dejado. Venganza primera parte. Ahora, la chica está pensando en llamar a un amigo abogado pa que le meta una acalambrada al gañán ése. Estoy interesada en saber cómo acaba la historia, pero parece que va pa largo y lo cierto es que las historias cortas son más de mi agrado que los melodramas de países en desarrollo.

Otros en cambio, se asumen como eternas víctimas; es decir, una suerte de ejercicio de la venganza pero como que a la inversa; más sutil, pero igual de sofisticado.

Tal vez un tiempo quise ser del primer grupo. Para bien o mal no pude, fui incapaz. Probé con la segunda opción, pero tampoco. Así que decidí con quedarme en el grupo de los que dejan al karma, justicia divina, orden de los acontecimientos o como se guste denominar. Lo más siniestro de todo es que puedo decir que el karma SÍ existe.

Agachadas laborales, pasado familiar, desaires amorosos, una soberbia puesta de cuerno, discriminación, explotación, mentiras, insultos, conspiraciones a micro escala, TODO, absolutamente todo fue y está siendo ajustado por dicha ley, la misma que determina que una mayor emisión de gases contaminantes es directamente proporcional a la cantidad de agua en la que flotaremos en algunos años.

Creer pues en tal cosa equivale a estar consciente que nadie escapa a ella, ni siquiera una. Por lo que, si no me comprometo a llevar una vida de paz, nobleza y buena ondez, por lo menos estoy consciente de que yo también estoy pagando y pagaré por temas del pasado, y que si de chingaderas se trata, bueno… que cada quien haga su propia lista.

Comentarios

El Negro dijo…
Espeso tema es éste. Sobre todo al agregarle el tema del Karma.

Apégome a la enseñanza del Rabí Jesucristo quien dice, "haz a los demás como quieras que los demás hagan contigo".

("me comprometo a llevar una vida de paz, nobleza y buena ondez..."
Esta es una frase muy buena, a mí también me encanta el Español)
pues... dijo San Chis-Chas (Dios lo tenga a su lado derecho)
"yo gozo cuando me vengo" (porque la venganza es el placer de los dioses)...

jaja

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