Palafre

Si yo te dijera lo que en verdad pienso
primero, no me creerías,
me dirías que estoy loca, pacheca o pendeja (el orden puede variar)
o mejor aún, te lo reservarías para alguien más;
sólo si te dijera
que hay otras brechas para cortar camino
hacia la guanga y efímera utopía de la felicidad
que no la garantizan para nada
pero que es mejor probar a quedarse con las ganas;
sin embargo,
en un mundo donde la prudencia
significa algo más que un nombre propio
ésta es más eficaz
para mantener el pellejo a salvo
dentro del mullido cobertor de la costumbre
porque la otredad equivale a Finisterra,
pero sobre todo
porque odio que me insulten.

Comentarios

Anónimo dijo…
Dime lo que en verdad piensas
y no des por hecho que no te creería.

Dame los mapas de esos atajos. Quizá alguno ya lo he recorrido.

Si odias que te insulten no escribas con mayúscula finisterra.

atte: unequisbato.
Anónimo dijo…
Si el amor no tiene algo de perverso
¿Cuál es la magia? unequisbato
Alma Ramírez dijo…
Jamás hablé de amor. Pero me halaga que te removiera algo. Valió la pena. Salud por las perversiones.
Anónimo dijo…
el odio es amor... unequisbato

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