Mis deseos cotidianos
La vista y el sonido del mar por las noches.
Un chubasco veraniego en la sierra.
Una conversación inteligente al día, por lo menos.
Un árbol verde y frondoso entre bloques de cantera rosa.
Sopa agridulce
Leer dos o tres libros por semana
Despojarme de la sensacerteza de que opinas pero en realidad lanzas palabras a la pared.
Recorrer el centro de la ciudad en pos de vecindades.
Beber una botella de Barkan.
Recuperar el tiempo perdido con la cofradía del dominó cubano.
Viajar a Europa del Este y a Irlanda.
Entender de una vez por todas que por más que lo intentes, hay círculos que se tornan cuadrados cuando te acercas...
Un chubasco veraniego en la sierra.
Una conversación inteligente al día, por lo menos.
Un árbol verde y frondoso entre bloques de cantera rosa.
Sopa agridulce
Leer dos o tres libros por semana
Despojarme de la sensacerteza de que opinas pero en realidad lanzas palabras a la pared.
Recorrer el centro de la ciudad en pos de vecindades.
Beber una botella de Barkan.
Recuperar el tiempo perdido con la cofradía del dominó cubano.
Viajar a Europa del Este y a Irlanda.
Entender de una vez por todas que por más que lo intentes, hay círculos que se tornan cuadrados cuando te acercas...
Comentarios
Vaya un abrazo que no es cuadrado.
Eso se llama humanidad.
Saludos me gustaron tus letras.