Feliz cumpleaños, Monterrey

En menos de dos semanas salen a la luz dos casos de asesinatos contra mujeres. En ambos, las víctimas —Sandra y Ana— se habían separado de sus parejas a causa de la constante violencia que éstos —Andrés y Francisco— ejercían en su contra. Y que evidentemente, ellas toleraban.

Al vivir cada uno en domicilios distintos se entendería que, fuera un break o cosa definitiva, tanto unos como otras gozarían de libertad para tomar decisiones respecto a sus vidas, así como el pleno ejercicio de su derecho a la privacidad. Y eso implica, nos guste o no, la posibilidad de que alguno de ellos, o ambos, decidan reconstruir su vida emocional con otra u otras personas, mental y/o carnalmente hablando. Pero no.

¿Cómo es que a pesar de la distancia física y emocional el círculo de violencia sobrevive? ¿Cómo es que ellos y ellas (también las hay) asumen el poder que tienen sobre alguien que en teoría, aman, y sabedores de su influencia en esa persona perpetúan ese terrorismo afectivo? ¿Cómo esos y esas a quienes les afecta “aceptan”, toleran y en casos extremos, fomentan el crecimiento o fortalecimiento de ese veneno?

Las preguntas son las mismas. Y ya tenemos las respuestas.

Ellos las buscaron. Ellas los recibieron. Ellos y ellas discutieron. En ambos casos hubo ataques de celos de por medio, ante la sospecha de que, ellas, rehacían su vida con alguien más. Ellos las mataron. A puñaladas. A golpes. Siempre físico. La rabia física. Que si tenían o no otro hombre era irrelevante entonces y ahora. La moral y la religión lo condenarían, y el sentido común lo justificaría. Estaban vivas. Querían vivir. Acertadas o no, sus decisiones lo indicarían. Ellas querían vivir de otra manera. Ellos lo han impedido. Ellos, todos, ahora, vivirán de otro modo.

Quizá esta contundencia, hablando de lo terminante del acto de matar a alguien, bien canalizada, podría cambiar el rumbo del país, alucino.

¿Cómo es posible exigir leyes duras contra el narco, la corrupción, el robo, el tráfico de influencias? ¿Cómo te vas a la Macro a exigir la renuncia de un funcionario? ¿Cómo armas mítines para reclamar la eliminación de un impuesto considerado injusto? ¿Cómo te quejas siempre de los demás, de que todo lo que está a tu alrededor está mal? ¿Cómo se habla en las tribunas de la paz que todos buscamos? Y al final todo eso está muy bien.

Pero al final, nuestra forma de convivir con el otro: pareja, familiar, vecino, colega, extraño, etcétera, y nuestra incapacidad e indiferencia por crear un tejido social (que lo hagan otros) donde no lo hay es lo que nos manda al carajo. A todos.

A ellas ya no. Ellas ya están ahí.




Las notas, con su respectivo crédito:


Presentan a homicida de esposa

Por Gabino Arriaga

Monterrey, México (20 septiembre 2011).- Esta mañana fue presentado en la Agencia Estatal de Investigaciones el hombre que ayer dio muerte a su esposa a cuchilladas en la Colonia Azteca, en Guadalupe.

Siempre con la mirada al suelo, Andrés Alejandro Martínez Alvarado, de 35 años, narró las causas por las que dio muerte a Sandra Lizeth Ortega Velázquez, con quien estuvo casado por 14 años y procreó dos hijos, uno de 11 y otro de 9 años.

Mencionó que debido a problemas de infidelidad ellos se separaron, pero que ayer trababan de arreglar el problema para volver a juntarse y empezar de nuevo.

Martínez Alvarado, quien dijo ser chofer de una ruta urbana, mencionó que junto con su esposa llevaron a los niños a la escuela y luego regresaron a su casa, donde comenzaron a discutir cuando él descubrió que su mujer tenía unos moretones en el pecho, por lo que los celos lo cegaron.

Explicó también que la amenazó con matarla y ella lo retó para que se atreviera a hacerlo, luego perdió los estribos, comenzó a atacarla con el cuchillo y el desarmador.

Para que sus hijos no encontraran a su madre muerta, fue por los niños y los llevó a casa de sus padres para que se hicieran cargo de ellos.

El detenido también mencionó que al descubrir las marcas que tenía su mujer en el pecho, ella le reveló que tenía otro hombre, después de que le había prometido intentar arreglar su situación de matrimonio y vivir con él en una casa que tienen en Villa de Juárez, donde empezarían de nuevo su relación.

Ahora, él dice estar arrepentido y pide perdón a sus hijos y familiares por dejarlos sin madre.

Según los vecinos, mencionaron haber escuchado la discusión alrededor de las 8:50 horas de ayer, pero no le dieron importancia, ya que la pareja peleaba constantemente desde hace un año.

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http://www.elnorte.com/seguridad/articulo/1295536/
Fecha de publicación: 20-Sep-2011



Asesina a pareja por celos
Por Gabino Arriaga
Monterrey, México (20 septiembre 2011).- Luego de una discusión por celos tras ver varios mensajes en el Facebook, un hombre asesinó a golpes a su esposa, de quien estaba separado desde el pasado mes de enero.

Francisco Javier Lomas Piña, de 43 años, fue presentado esta mañana por la Policía Ministerial acusado de dar muerte a Ana Elda Martínez Partida, de 25 años.

Según las autoridades, la mujer murió a causa de una contusión profunda de abdomen al recibir un puñetazo por parte de Lomas.

Todo ocurrió la tarde del 15 de septiembre luego de que un vecino ayudara a la madre de la ahora occisa a forzar las puertas del departamento donde vivía, en la Colonia Indeco, ya que ella no abría, por lo que la encontraron sin vida.

De acuerdo a lo que declaró el detenido, quien fue puesto bajo arraigo, él tuvo problemas con la mujer por violencia familiar, ya que la golpeaba constantemente y se separaron en enero pasado.

Hace unos días, cuando la ahora occisa pidió a una sobrina y a su esposo que le instalaran un antivirus a su computadora, observaron varios comentarios en la cuenta de Facebook de la mujer, que hicieron sospechar a Lomas Piña que ella ya tenía una relación con otro hombre.

El día de los hechos, el ahora detenido acudió a la casa de ella para pedirle que le dejara ver a sus hijos, pero ante la negativa comenzaron a discutir y salió a relucir el mensaje del Facebook.

Supuestamente ella aceptó tener una relación con otra persona, por lo que el detenido le dio varias bofetadas y un puñetazo en el abdomen, dejándola tirada en la cama y doliéndose por el golpe.

Horas después, al ser detenido por agentes ministeriales, se enteró de la muerte de su esposa.

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http://www.elnorte.com/seguridad/articulo/1295556/
Fecha de publicación: 20-Sep-2011

Comentarios

Mario dijo…
Es muy interesante tu nota y muy atrapante. Estos son sucesos que ocurren en todas partes del mundo, no solo en monterrey. Yo vivo en Buenos Aires y la verdad se viven muchos sucesos de esta índole, uno debe estar tranquilo y no vivir paranoico, por lo pronto te felicito por tu relato.

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