Tú sí escribes muy bonito

Free Image Hosting at www.ImageShack.us

Regreso a la circulación, que lamentablemente no será tan inmediata como antes, ya que en el nuevo job están bloqueados TODOS los blogs, así que tan loada actividad la realizaré en casita o desde un cíber. Mientras tanto va.

Conforme el tiempo pasa la letra cambia. Desde el principio, cuando celebramos el primer encuentro con el alfabeto y decoramos con bolitas, remolinos y palitos las hojas de los cuadernos doble raya Scribe, Norma, similares y conexos, hasta los últimos tiempos de la vida cuando los trazos se aprecian temblorosos, débiles, pero elementales. Hay quienes prefieren escribir sólo con mayúsculas para no batallar con los acentos (les tengo noticias, huevas, también los llevan).

También los y las que jamás relegaron al pasado la caligrafía infantil - ya saben, letras redondas, gorditas y muy bien delineadas, como si todavía estuviera detrás el o la maestra vigilando que no te salgas de la raya -; y de los médic@s y reporter@s... sin comentarios.

Dicen los que saben que la letra pequeña y apretada denota una personalidad reprimida e introvertida, pletórica de inseguridad. Que las mayúsculas con ángulos agudos reflejan a alguien muy agresivo y potencialmente peligroso. Que los caracteres hilados entre sí como en la letra cursiva hablan de una persona intelectualmente brillante, que así como une las letras une las ideas.

La inclinación o ángulo de lo que escribimos aporta además valiosa información relacionada con los niveles de sumisión, autoestima y formas de afrontar la vida. Un perfil psicológico completo, no infalible pero muy cercano a la realidad. El estudio de cómo escribimos (les debo el nombre porque el Alzheimer me tiene arrobada) es capaz incluso de detectar posibles trastornos físicos y psicológicos, como males cardiacos, esquizofrenia, sociopatías, trastornos de conducta, Parkinson e incluso hasta envenenamiento paulatino, además de otras enfermedades crónico degenerativas tiempo antes de que se manifiesten abiertamente, por lo que constituye una herramienta clave para profesionales de la salud, peritos e investigadores forenses.

Así que, con un poco de curiosidad y algunos buenos libros de la materia es posible identificar si nosotros, nuestra pareja, amig@s o potenciales víctimas padecen de un ego inflado como palomita de maíz, si tienden al suicidio, si su imaginación es más poderosa que la realidad; si son un manojo de nervios o una pared de concreto.

Y para quienes crean que sabiendo esto pueden hacer chapuza “escribiendo” de manera equilibrada y cuerda, nanay, toma chango tu banana, niguas, never de limón, jamásmente. Es lo primero que se nota en un análisis grafológico. Touché. La palabra que buscaba. Así que se recomienda explorar esa cabecita loca primero y ver qué muertos hay que sacar del clóset. Si es que vale la pena hacerlo.

Nota al margen: Una extraña, maligna, pero sobre todo magnética fuerza roba la señal de mi celular en horario de trabajo (neta, no exagero), así que si tienen algo que decirme pueden enviarlo por mi e-cuenta de yahoo o llamar al aparatejo en cuestión después de las 6 pm. Fines de semana está disponible día y noshe.

Comentarios

Termómetro