De la escatología y el mal gusto como catarsis

Entre el agua estancada, los restos de orines de sepan cuántos, el vómito rosado de alguien que había bebido demasiado vino tinto junto a chispas de lo que pudo haber sido algún tipo de alimento, trozos de papel higiénico usado, y un lente de contacto.

Al centro del mix flotaba, sugerentemente ubicado, un leño color café. No precisamente de madera.

Pocos retratos pueden ser tan fieles de la condición humana como lo que es posible observar en el fondo de un retrete durante una peda en proceso. Mas aun cuando no existe otro lugar adonde desahogar el cuerpo gracias a que alguien en su ebriedad no jaló la palanca. Eso es rudeza innecesaria, digo yo.

Quien esté libre de pecado, que tire la primera arcada.

Comentarios

Chafan dijo…
Qué bueno encontrarme con estos textos y vi que por ahí queda el millás, eso está bien. Andaba buscando en el gugel "escatologico y soliloquio" y fíjate. Volveré con más tiempo, eso es seguro.

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