Cuento

Y una vez soñé que teníamos que morir los dos
y que todo el día nos traían a la cama pastillas
para morir, para provocar la muerte
del cuerpo o del alma, no estaba muy claro de qué,
y después por la noche aquello era incluso un poco ridículo
porque no habían hecho efecto.


De Piotr Sommer. Días y noches.

Comentarios

Termómetro