Dos bellos y poderosos poemas de Raymond Carver

 
 SIMPLE

Una abertura entre las nubes. El contorno
azul de las montañas.
El amarillo oscuro de los campos.
El río negro. ¿Qué hago aquí,
solo y lleno de remordimientos?

Con toda tranquilidad sigo comiendo del tazón
de frambuesas. Si estuviera muerto,
me recordé a mí mismo, no las
estaría comiendo. No es tan simple.
Es así de simple. 
 +++
MI CUERVO

Un cuervo voló hasta el árbol fuera de mi ventana.
No era el cuervo de Ted Hughes, ni el cuervo de Galway.
Ni el de Frost, ni el de Pasternak, ni el cuervo de Lorca.
Ni uno de los cuervos de Homero, lleno de sangre
después de la batalla. Éste era sólo un cuervo.
Que nunca encajó en ningún lado de su vida,
ni hizo nada que valga la pena mencionar.
Se sentó allí en la rama unos cuantos minutos.
Luego se reanimó y voló hermosamente
fuera de mi vida. 
 
Trad. Juan Carlos Calvillo.
más poemas enhttp://www.periodicodepoesia.unam.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=106&Itemid=88

Comentarios

Termómetro