Apariciones

Y cuando desperté, el dinosaurio seguía ahí. O al menos eso parecía, sólo que no me había dado cuenta. A la gente como yo no se le da muy bien eso de la paleontología. Sin embargo, y por ironías del destino, siempre se cae pal lado de lo desconocido. Como los insectos que son atraídos por esas plantas con forma de vaso de cuyo interior rezuma un líquido dulzón -la trampa ideal-. Si no saben a qué me refiero, búsquenlo. Tiene un nombre exótico y proviene de Sudamérica.

Pues bien, la vida entre dinosaurios tiene sus pro y sus contra. No tiene precio contar con testimonios vivitos y coleando de seres representativos de eras geológicas que sólo conocemos por los libros escolares y documentales del National Geographic. Uno o una tenemos nuestras clases y actualizaciones históricas de primera mano, interactivas, en vivo y a todo color pué. Sirve también para identificar y ubicar tus orígenes, tratar de saber de una maldita vez por todas de dónde saliste (y no me refiero al útero materno) y perfilar el rumbo de tu descendencia, accidental o planeada.

Los contras son evidentes. Cargar con dinosaurios equivale a remolcar sus usos y costumbres que fueron el hit en el mezosoico tardío pero que en la era de la información sólo sirven pa llenar de tierra los chips. No puedes liquidarlos porque destruirías patrimonio histórico. Tampoco cederlos en comodato porque cada vez menos gente los quiere cerca. Queda libre la alternativa del abandono, con la esperanza de que algún alma caritativa -y estúpida- se conmueva y los acoja.

Lamentablemente México, a pesar de sus cambios sigue estando lleno de esos seres, que van muriendo muy muy muy pero muy lento, lo que me hace pensar que la era de los transgénicos debió haber llegado mucho antes. Lo que sí me queda claro es que no basta un meteorito para terminar con una especie. Sigo pendiente de la evolución.

Ésta soy yo. Mi nombre es Alma. I´m journalist. J´ai 26 ans. Eu sont a femèie. Provengo y vivo en Monterrey, capital de la República Separatista del Nuevo Reyno de León. Entro en circulación. Saludos a todos y todas.