Ya me voy, ya me fui

Friyito, lamentablemente el último antes de que la primavera se instale de lleno entre nosotr@s. Cuento las horas pasa salir de aquí rumbo a Zacatecas. Seguramente para muchos y muchas este destino no resulta atractivo. Habrá quien prefiera la playa, el desierto (saludos al buen Castañeda, ojalá que te la hayas pasado chido en Cuatro Ciénegas. Te aviso que el Campeón está bien y declara que ya no se quiere ir de mi casa) o el incomparable y a veces insufrible hogar.

Sin embargo, este viajecito tendrá que servir para algunas cosas relacionadas con mi vida emocional. Después de casi dos años por fin tengo la opción de irme, acción que define buena parte, si no es que toda mi vida. Padezco terror al estancamiento. Desde hace un mes lo traigo en la piel y no es nada agradable.

Así que por lo pronto deseo toparme con algunas respuestas o ya de jodido que se aclare el panorama. Cinco días no bastan. Pero será chido estar acompañada en esta travesía por la loba maggiore. Trataré de actualizar la bitácora desde allá.

Estaré de vuelta para el 1 de abril (I hope). Y como addendum, gracias al amigo y a las amigas que el fin de semana me hicieron sentir escuchada, querida, apoyada y cómplice. De verdad me hace falta ahora. Va un beso para ustedes.

Se aceptan llamadas, mensajes, mails o lo que se les ocurra.