El caos como generador del orden

Subtítulo: Gajes y (des)gajes del oficio

Todavía sigo pensando en la validez de esta frase, mientras tanto voy a cortar unas ramas con hartas espinas para atármelas y darme de topes contra la pared, todo esto en medio del anuncio de Héctor Gutiérrez sobre los cambios en el gabinete del gobierno de este bello estado de la República que no acaba ni quiere entender que jamás de los jamaces podrá ser como San Antonio, Austin o Barcelona, pero que se ahueva en gastar hasta lo que no tiene con tal de serlo. Pero eso no es la razón de mi tortura, sino sólo el aderezo.

La causa de mis ayes y fustigamiento es que por no revisar las pilas de mi grabadora perdí más de la mitad de una entrevista, la segunda vez que me pasa en casi diez años de carrera. Tontatontatontatontatontatonta. NO me vuelve a pasar, así tenga que usar pilas nuevas en cada cosa que grabe. Aunque bueno, lo mío no es nada comparado con tantos colegas que olvidan las pilas, el cassette, graban sobre un audio importante, olvidan la grabadora en una cantina, derraman chesko sobre ella, se les cae o la avientan al suelo en un ataque de furia, etc, etc, etc, etc (agregue si lo desea otras formas de descuido reporteril)

PD:Confío en la próxima semana por fin revisar mis fotos de Michoacán y armar aunque sea un avance de mis andanzas por esas deliciosas tierras.

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