Ad hoc a estos tiempos

"Decía Monsiváis: 'Por más de un siglo cobró fuerza una creencia que aún no se ha disipado. La creencia de que en México sólo hay dos regiones, la capital y las provincias. La capital concentra las potencias del país y su vitalidad intelectual; proyecta la imagen nacional y maneja los instrumentos teóricos que dotan de sentido a lo que ocurre en las provincias. De acuerdo con esta visión arrogante, que no admitía desacuerdos, el único destino de las provincias era sufrir una historia lineal, padecer una historia abortada, una historia que llevaba impresa la huella del hombre fuerte. Dentro de este esquema, cualquier idea de regionalismo fue declarada impertinente, desafortunada o el colmo del localismo'". (citado por Enrique Florescano).

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