Reflexiones en la agonía del mes patrio

En estos días me siento como si fuera un gato echado de lomo mientras juega perezosamente con la hebra que sobresale de un ovillo de estambre que se encuentra sobre una mesa en la sala de estar de la casa de la abuela.
Algo muy irónico puesto que no tuve abuela, tampoco ovillos de estambre, mucho menos una sala de estar como las que suele haber en las casas de las abuelas.
Lo único que podría llegar a ser es una gata del sistema (risas grabadas). Rectifico, ni siquiera eso. La naturaleza felina se distingue por su espíritu independiente. Regreso al bloc de notas.
Éste fue un segmento de filosofía de la estupidez patrocinado por las fuerzas vivas del Cuarto Batallón del Marasmo.
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