Nadie
Tomó la cadena. Era gruesa, como la que usan algunos circos para atar a los elefantes. Recurrió a ambas manos para pasarla por la reja de hierro forjado y unir los extremos con un candado enorme. Oscurecía.
Terminó justo a tiempo. Entonces se dio cuenta que siempre estuvo en el lado equivocado.
-- Desde Mi iPhone
Terminó justo a tiempo. Entonces se dio cuenta que siempre estuvo en el lado equivocado.
-- Desde Mi iPhone
Comentarios