¿Quién sigue?


(foto de AP)
Se trata del español Juan Mouriño, hijo del dueño del Celta de Vigo.- Entre los seis fallecidos está también el máximo responsable antidroga.- Su avioneta se estrella en una avenida al oeste de la capital

Nota de El País

Muere el secretario de Gobernación de México en un accidente de avioneta

Juan Camilo Mouriño era de origen español y 'hombre fuerte' del presidente Felipe Calderón.- Entre los ocho fallecidos, se encuentra el máximo responsable de la lucha contra el narcotráfico
PABLO ORDAZ - México DF - 05/11/2008


La muerte del ministro de Gobernación conmocionó ayer a México. Juan Camilo Mouriño, de 37 años, nacido en Madrid de padre español y madre mexicana, volvía de San Luis de Potosí acompañado de sus más cercanos colaboradores cuando la avioneta en la que viajaban, una Laser Jet 45, se estrelló por motivos que se desconocen en el centro de la ciudad de México. Eran las 18.45 de la tarde -siete horas más en España-. Una columna de fuego subió desde el paseo de la Reforma y se hizo visible desde muchos lugares del Distrito Federal. Enseguida se supo que las ocho personas que viajaban a bordo habían fallecido, y que entre ellas estaba Juan Camilo Mouriño, sin duda el hombre fuerte del Gobierno de Felipe Calderón.

"Las partes del avión están completas. Las turbinas y el fuselaje están completos. Todo indica que se trata de un accidente". Las palabras apresuradas del ministro de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, querían cortar de raíz cualquier tipo de especulación sobre un posible atentado. La población se había arremolinado alrededor de los televisores encendidos en supermercados y paradas de taxi, y el Gobierno no tardó en confirmar que, junto a Juan Camilo Mouriño, viajaba otro de los principales baluartes de la lucha contra el narcotráfico, José Luis Santiago Vasconcelos.

El jefe del Gobierno de la ciudad, Marcelo Ebrad, también quiso desde el primer momento enviar un mensaje de tranquilidad y descartar la posibilidad de un atentado.

El accidente se produce en un momento crítico de la vida del país. La respuesta del narcotráfico a la decisión gubernamental de combatirlo en todos sus frentes está provocando una sangría diaria. Ya son más de 4.200 las personas asesinadas en lo que va de año. Y Juan Camilo Mouriño, como segunda personalidad política del país, era uno de los rostros visibles de la apuesta del gobierno de Calderón por combatir sin tregua al crimen organizado.

El ministro de Gobernación -economista de profesión, casado y padre de tres hijos- fue uno de los artífices de la campaña presidencial de Calderón y, durante el primer año del sexenio, dirigió su gabinete. En ese grupo de íntimos de Calderón también figuraba el diplomático Miguel Monterrubio, otro de los fallecidos en el accidente de ayer, en la actualidad portavoz del ministerio de Gobernación. Por su parte, José Luis Santiago Vasconcelos fue durante 20 años el azote de los barones de la droga. Fue el artífice de la extradición a Estados Unidos de un buen número de capos. En la actualidad era el encargado de la reforma penal que tiene en marcha el Gobierno de Calderón para, precisamente, poner contra las cuerdas al narco.

Felipe Calderón se enteró de la noticia en el estado de Guadalajara, donde se encontraba de visita oficial. Las personas que estaban presentes en el momento en que una colaboradora le comunicó la muerte de su amigo contaron en televisión que el presidente se paró y se llevó las manos a la cara. Nada más regresar a México, Calderón -con corbata negra y un gesto de gran aflicción- compareció en el hangar presidencial del aeropuerto para rendir homenaje a los fallecidos y enviar un mensaje a la nación.

"Los hijos de Juan Camilo deben saber que su padre trabajó hasta el último momento por heredarles un mejor país y un buen nombre. El Gobierno federal realizará todas las investigaciones necesarias para averiguar a fondo las causas que originaron esta tragedia. A los mexicanos les pido que, además de sus plegarias, recuerden a Juan Camilo como un mexicano joven y comprometido, honesto, inteligente, que le aportó a México una gran entrega para transformar a nuestro país. También pido a todos los mexicanos que ningún acontecimiento, por doloroso o difícil que sea, como por supuesto lo es éste, nos haga desfallecer en nuestro anhelo de tener un México mejor".

El Ejército mexicano rodeó el aeropuerto de San Luis de Potosí, de donde había despegado la avioneta que se estrelló, para investigar las causas del atentado. Además de los ocho fallecidos -los tres miembros de la tripulación, los tres altos cargos y dos colaboradores-, resultaron heridas más de 40 personas entre transeúntes y automovilistas.

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