Nenúfares posmodernos

Y su cuerpo se deformó hasta tener la figura de una silla. Al menos así fue encontrado por la policía.
Uno de los agentes se aproximó hacia él, tomó su brazo izquierdo, lo levantó a poca altura y lo dejó caer, sólo para ver qué pasaba. El apéndice cayó, reacomodándose como un descansabrazos ergonómico imitación fieltro.
Frente, parpadeando cual señorita de inicios del siglo pasado en franco flirteo, la pantalla de la computadora decía: Labor omnia vincit.
Nota aparte: Invito a visitar : "La otra parte en fotos"
Comentarios
chin!
cool
Ah pinches viejas! Porqué si saben que vamos a hacer lo contrario de lo que nos dicen, de todos modos nos lo dicen y luego se enojan?? es taaan sencillo como no decirlo y ya!
Un pequeño mensaje con perspectiva de genero... degeneró... y como no tenía donde más ponerlo...