En el auto con Germán Dehesa, Memorias de una nóvel periodista cultural parte 2




(Publicada en Vida Universitaria, en algún día entre el 98 y 99. La acción tuvo lugar en el auto que lo llevaba de la facultad de Filosofía de la UANL, luego de que dio una conferencia a estudiantes, al Museo de Historia Mexicana)

Monterrey
Alma Ramírez

Germán Dehesa, junto con la Hillary, la Tractor y el Tamal de Dulce (que amenazaba con incendiar la ciudad), se posesionaron de Monterrey del 24 al 27 de noviembre. Singular personaje que vive con el entusiasmo a flor de piel, amante del sarcasmo y las causas nobles. A bordo de su automóvil, Dehesa habla de su peculiar manera de ver la vida, ocasionada quizá por un “no sé qué” alojado en su carga genética o su manufactura jarocha. Lankenau, el PRD y Zedillo, entre otras amenidades, están incluidos. Que los que vivan hasta el año 5000 comprueben si su “profecía”, se cumple.

¿Cómo logra llevar en tan intensa práctica su faceta literaria, musical y teatral sin cansarse?
Básicamente por una palabra que se llama entusiasmo, que en su etimología original significa “dios que me habita”. Si no fuera por ese entusiasmo obviamente no tendría ni tiempo, ni voluntad, ni modo. Pero como realmente la vida me entusiasma, me encanta, pues hago lo que puedo, sin angustiarme demasiado. Y le voy cumpliendo a la vida. No es mayor secreto más que tener ganas de hacer las cosas, y pensar que si uno se organiza más o menos bien puede escribir un artículo, hacer una obra de teatro, tener un programa de radio, uno de televisión. Pero todo ello tiene un común denominador, que es la palabra. En todos esos ámbitos de lo que se trata es de eso, de hacer un uso más o menos legal de la palabra. Es todo el chiste.

¿De dónde proviene ese gusto, esa fascinación por la ironía, el humor, el sarcasmo hacia la política nacional, y en la vida en general?

No nada más con los políticos me gana la risa. Me gana la risa nadamás de verme al espejo. El que no puede reírse de sí mismo no tiene derecho a reírse de los demás. Que los políticos se consideren tan importantes como para no ser objeto de la burla de los demás, es problema de ellos, pero a mí la verdad me da mucha risa. Ahora, ¿de dónde viene eso?. Eso si no sé, yo supongo que eso es parte de mi carga genética, mi sangre veracruzana. No encuentro más explicación para eso. Pero sí me da mucha risa. Ahí donde los locos se suicidan o se sueltan chillando a mí como que me gana la risa, no se por qué, pero así es.

¿Qué efectos, positivos o negativos cree que tenga el hacer sus críticas, el burlarse con fineza del sistema político y de la sociedad actual?

Ninguno. Este es simplemente un desfogue y una manera de entender la vida. Tiene que ser muy mal político para suponer que una burla mía puede herir o lastimar, ni siquiera rasguñar, si tienen piel de dinosaurio. Dime que les voy a hacer yo. Sería ya como una megalomanía de mi parte suponer que ¡Uy, voy a poner en crisis al sistema!. Es como suponer que las caricaturas de Cabral tumbaron a Madero. A Madero lo tumbó el Clero, la Embajada norteamericana y los intereses porfiristas que quedaban en México, no un caricaturista que se dedicó a burlarse de él.

¿Y qué podríamos encontrar de humorístico, por ejemplo, en el caso Lankenau?

Pues todo. Pero más específicamente su apoyo a los Rayados, no descansó hasta ser uno el mismo. No deja de darme entusiasmo. Pero no sé si el asunto va contra Lankenau o contra el Gobernador, eso es lo que vamos a averiguar en los próximos días. Y por otro lado, no menospreciemos la capacidad de respuesta de Lankenau, que muchas grabaciones tenía guardadas, en donde creo que saldrán al baile tantos personajes que no quieren salir al baile. Y eso es un poco el seguro de vida que tiene él. A mí este asunto de los más ricos, de los menos ricos disputándose de manera tan estúpida los cotos de poder y los cotos de decisión financiera me resulta un poco risible, fíjate, porque al espectáculo de un país que está cambiando desde abajo cosas mucho más importantes que esa. Eso es parte de la picaresca nacional y ya. No le considero mayor importancia en algún momento.

¿Esto sería un indicativo del nivel de corrupción existente en la iniciativa privada?
Pues sí. Pero son también mexicanos. Y si te asomas deveras con honestidad igual encuentras corruptos y corruptores tanto en iniciativa privada, en el sector público, así como en las familias, en las fábricas. En todas partes. Creo que es un problema nacional que tenemos que extirpar de fondo, y hay muchos modos de corrupción. El hacer de manera mediocre tu trabajo eso es ya empezar a ser corrupto. Y de ahí te sigues. Por supuesto que hay corrupción en la iniciativa privada mexicana, cuantas décadas llevan siendo socios del gobierno, pero también hay corrupción en aquellos mexicanos que hemos permitido que la corrupción llegue a esos extremos. Hay corrupción por cobardía, por omisión, por colaboración tan sumisa, por no hablar a tiempo, por no jugarnos la vida cuando de pronto hay que decir –esto no está bien, aquí hay trampa–, mejor quedarnos callados y mirar para otro lado. Lo bueno de estos momentos es que ya no hay para donde voltearse porque para donde voltees es la misma corrupción.

¿Cómo ve la relación –no precisamente amorosa– entre PRD y Zedillo?
Peligrosa para el PRD, muy peligrosa. Como lo fue la relación entre Salinas y el PAN, y ahora están pagando las consecuencias. Me preocupa sobre todo desde el ángulo de Porfirio (Muñoz Ledo). A Cuauhtémoc lo encuentro un poquito más sólido, más coherente, un poco más confiable. Pero, más allá de las personas, el partido mismo puede verse muy lastimado a través de esta convivencia con el poder ejecutivo. Como que se les olvidó muy rápido que eran oposición, y que como tal tienen que gobernar.

¿Imaginemos: Qué pasaría con Germán Dehesa si de pronto la política y sus protagonistas no dieran absolutamente nada de que hablar?
Nada...la política como tal no me interesa. Me interesa como la carpa más ridícula y más a la vista que tenemos. Por otro lado estás exponiendo una situación que se presentará probablemente hacia el año 5000. Cuando los políticos mexicanos dejen de dar de que hablar, cuando lleguen a tal grado de santidad, honestidad y perfección, que ya no puedan ser motivo de sátira, pues no creo que ocurra antes del año 5000, y en ese año yo creo que ya no voy a estar, entonces, no me alarma. Lo que me consta es que hoy todos los días me dan algún motivo para regocijo y para poner en evidencia todas sus incongruencias. Sería un regocijo muy grande de pronto tener un gobierno decente, pero nos falta un rato para que esto pase.

¿Y cómo va el proyecto de “Vida, estamos en paz” con Guadalupe Loaeza?
Muy atorado. Porque además Guadalupe no está en un momento particularmente sereno ni creativo de su vida, de su obra. Vamos avanzando muy a tropezones. Yo le mando un fax y puede pasar hasta un mes para que lo conteste. Pero por otro lado, también los editores deben aprender que los libros no se hacen al ritmo que ellos quieren. No son más que vende-libros. Pero a nosotros nos toca hacerlos, y hacerlos lo mejor que se pueda. Uno es el tiempo de los editores, y en ese tiempo va lento. Ahora, desde el tiempo de los escritores te puedo decir que va como puede ir. Y que algún día estará listo, y si no es que no merecía vivir. Eso es algo que no me angustia. El angustiado y desesperado es el editor, pero yo no.

A su parecer, ¿en qué estado de salud se encuentra la literatura mexicana, especialmente la joven?

Creo que en general la literatura mexicana está en un bache fuerte. Digamos que hace veinte años teníamos más novelistas, más poetas, más ensayistas; y que esto se ha ido como retrayendo o arrinconando cada vez más, pero cada vez circula menos buena literatura mexicana. Y la buena literatura mexicana que está circulando no son más que revisiones de autores que son anteriores a este momento. Pero si me preguntas por la literatura joven, mi primera pregunta sería ¿dónde está?. Porque estamos como muy arrinconados todos, y no nos comunicamos todo lo que hay de nuevo. Entonces, hasta donde yo conozco no encuentro nada realmente importante. Y ya tendría que estar surgiendo el relevo de Sabines, de Paz, de toda esa generación que ya hizo lo que tenía que hacer por la literatura mexicana, y en condiciones mucho más difíciles que la nuestra. Y sin embargo no la veo.

Comentarios

Gabriel Boichat dijo…
Me gustó mucho, Pato. La parte de que cuando hay corrupción, también nuestras sociedades tienen una responsabilidad está genial! Beso, Gabriel
Alma Ramírez dijo…
Lo irónico y triste es que sus respuestas no pierden vigencia 12 años despúes

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