La Pato sufre
Hoy recibí un mail del buen amigo Eduardo Castañeda, ex reportero de El Norte que desde hace un mes aprox partió a Nuevo Laredo, Tamaulipas, para chambear de editor de la sección cultural en periódico El Mañana, de esa entidad. Pero luego del gusto de saber de él me dio una noticia que hizo que la sangre se me fuera a los talones y que reprimiera un par de lagrimitas con nudo de garganta incluido: en algunos días recogerá a su fiel amigo y compañero Campeón.
Antes de salir de Monterrey, Lalo nos concedió el honor de cuidar a su mascota, un cocker spaniel color negro, bellísimo, de excelente carácter y macabramente listo, en lo que hallaba departamento allá. Pues bien, el tiempo llegó, y el cánido en breve dejará de vivir con el Oscar y yo. La verdad, con el paso del tiempo y al no saber nada del dueño, ambos maquinamos la posibilidad de quedarnóslo, porque la verdad es que caímos redonditos bajo sus encantos, a pesar de que en el segundo día de estancia me rompió una maceta, situación que lo puso al borde de ser convertido en tapete.
Y quizá se va, pero no. Campeón debuta como papá. Y ya tenemos apalabrado a uno de sus hijos, ojalá tan negro y tan chido como él.
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