Siguieron los pasos Parte 2
Miércoles 30. 11:30 am. De frente a La Quemada, único complejo arqueológico del norte del país. Una especie de ciudadela al parecer de uso exclusivo de gobernantes, sacerdotes y nobleza prehispánica. El nombre le viene del estado en que quedaron los restos luego de un terrible incendio que los dejó tono negro, perviviendo el tono rojizo de la cantera que caracteriza a la zona. Campo de juego de pelota, el Salón de las Columnas, pirámides, hornos, un mini laberinto, patios, eso en los tres primeros niveles de un total de cinco. Los dos restantes están anca la punta del cerro y están cerrados al público.
Se sugiere realizar por lo menos un mes antes sesiones de aerobics, cardio o la actividad física de su preferencia, porque los escalones de acceso están matones. Dicen en son de broma que fueron construidos para gente de entre 1.80 y 2.04 metros de estatura, pero la idea era que la raza ascendiera de lado y sin levantar la vista para no ofender a los dioses. Es buena idea realizar el descenso teniendo como punto de apoyo las nalgas para evitar daños a las articulaciones.
Tras pisar tierra nos trasladaron a un pequeño restaurante a orillas de la carretera rumbo a Jerez, donde sirven las tortas de Malpaso (since 1921), un orgasmo al paladar. Aquí el tamaño no importa. Se compone de un pan similar al de hot dog, sólo que de alrededor de diez centímetros de largo, en cuyo interior lleva tres bolitas de chorizo y nada más. Lo acompañas con chiles en vinagre. Con dos tortas, una soda o una cerveza se hace la comida completa (también hay una sucursal en Zacatecas, sólo es cosa de preguntar).
De ahí caímos en Jerez, comunidad pequeña cuya población en su mayoría es migrante y sólo regresan en días de feria (como era en esta ocasión) y en la Navidad. Ahí se encuentra la casa donde nació el poeta Ramón López Velarde (Suave Patria, tu superficie es el maíz…).
De regreso a la capital, la Luppa Maggiore sufrió tortura china por las agujetas resultado de años de músculo inactivo. Después de una merecida ducha, su calvario siguió porque no le permití descansar. Aun era de día y había que caminar para que no se enfriaran los tendones. Su valiente y esforzado sprint le ha valido un reconocimiento mundial.
Para cerrar con broche de plata, caímos en una cantina muy amena y tradicional para refrescar la garganta con agua de cebada y cenar molito zacatecano. El sueño posterior nunca fue más reparador.
Jueves 31. Por la noche comenzó la agonía del Papa Juan Pablo II. El día entero lo dedicamos a vagar por los museos Rafael Coronel y Francisco Goitia. Don Rafitas rules. Lo triste del caso es que sólo tienen una mini sala dedicada a su creación, en el ex convento de Santo Domingo. Esa construcción es MARAVILLOSA, no quedan más palabras para describirla. Nos pasó la sucia idea de solicitar asilo político, aunque fuera laburando como gárgolas.
El Francisco Goitia también requete rules. Todavía no sé si me estruja más El caballo famélico o El ahorcado. Los grabados de Enrique Ruelas también son para admirarse largo y tendido. Punto en contra: no se permite tomar fotos al interior y el mantenimiento de las instalaciones deja mucho que desear. Siguió el acueducto y la plaza contigua, sobre la calle González Ortega.
Comida. Sede: El Recoveco. Buffet de comida regional en este restaurante de dos plantas siempre lleno. De la parte superior subía y bajaba ayudada por una polea, una canasta con tortillas recién hechas. Se recomienda llevar ropa holgada y sin botones que lo hagan quedar mal a uno por salir proyectados al ojo de los comensales. El agua de lima debe ser exportada a Monterrey y el extranjero.
Para indignación de los admiradores de Manuel Felguérez, nos dio hueva estrujar neuronas con su obra.
Siguió la caminata, la última del viaje antes de volver al hotel y empacar para salir al día siguiente.
Viernes 1 abril. Tras el desayuno nos despedimos de la muy noble y muy leal ciudad de Zacatecas. La realidad se mostraba amenazante, y si a eso le agregamos que el Papa seguía agonizando (hay quien dice que para cuando el “Jefe” Diego anunció su muerte "anticipadamente" en el Senado de la República, en realidad ya había ocurrido, y que sólo estaban haciendo tiempo). La odisea culminó definitivamente a las 9:00 pm. Central de Autobuses de Monterrey.
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